Este proyecto se inició en enero 2021, unos meses después del fallecimiento de mi madre (noviembre 2020).
Esta experiencia vital de duelo, me dio la fuerza para luchar por la publicación de mi primer cuento, buscando ayudar y acompañar a otros niños que tengan que vivir un proceso parecido al que han vivido mis hijos.
Lo más fácil y rápido fue escribir la historia, pero el proceso de ilustración fue más costoso y complejo de lo esperado, llegando a durar algo más de dos años. Aunque he de decir que valió la pena esperar, ya que las ilustraciones son tal y como las soñé, mostrando una gran ternura en cada una de ellas. (Gracias a Javier Vizcaíno @javier_vizcaino_josa).
Después pasé a buscar cómo y con quién poder publicar, hasta que di con la Editorial Babidi-bú y me convenció.
Todo este proceso no habría sido posible sin la ayuda y el gran apoyo de Carmen Sara Floriano y Álvaro Fraile, a quienes les debo haber llegado hasta aquí.